En un clima se regocijo, la feligresía esperancina se congregó masivamente en la Plaza de Armas del distrito de La Esperanza para testimoniar su amor a Cristo Eucaristía, durante la primera celebración de la solemnidad del Corpus Christi en este lugar, presidido por el Arzobispo de Trujillo, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM.
Esta festividad del Cuerpo y Sangre de Cristo logró reunir a los fieles y sacerdotes de las parroquias “Santísimo Sacramento” y “Madre de Cristo”, promotores de magno homenaje al Señor presente en la Hostia Consagrada. Además de esta gran solemnidad, se celebró el aniversario religioso de la parroquia Santísimo Sacramento y aniversario de fundación de la parroquia Madre de Cristo.
Fueron 38 alfombras diseñadas en el perímetro de la Plaza de Armas y tres altares con las imágenes de la “Virgen de la Puerta”, “Santa Rosa” y “San Martín” que aguardaron el paso del anda con el Cuerpo del Señor.
Durante su homilía, monseñor Cabrejos Vidarte recordó las palabras de Cristo en la última Cena: "Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre".
“Estas palabras de Jesús en la última Cena, se repiten cada vez en el sacrificio eucarístico. Y resuenan con singular fuerza hoy, solemnidad del Corpus Christi, y nos llevan al momento de la Institución de la Eucaristía, al Cenáculo. Por eso escribe san Efrén Sirio: “Durante la cena Jesús se inmoló a sí mismo; en la cruz fue inmolado por los demás”, reflexionó.
Procesión
Tras la solemne misa, se inició el recorrido procesional del Santísimo Sacramento, el cual fue acompañado por cánticos, oraciones, pensamientos eucarísticos y fuegos artificales.
Terminada la procesión, el arzobispo impartió la bendición Eucarística a todos los fieles y agradeció el esfuerzo de todos por organizar la misma festividad del Señor muy similar a la realizada en la Plaza de Armas de Trujillo, el jueves último.
Gracias por su difusión.
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