jueves, 16 de agosto de 2012

Humilde Palabra

Rompamos el Pacto Infame
Por: Víctor Gómez Ruiz vagopoeta@hotmail.com

Con el incremento de los presupuestos para las municipalidades han aparecido ciertos personajillos que se han “especializado” en algunos campos del manejo administrativo municipal y que, poco a poco, se han ido convirtiendo en “artículo de primera necesidad” para ciertas autoridades elegidas por el pueblo.
Es lamentable que la ley no contemple que en el caso de quienes manejan los dineros del estado los ciudadanos podamos opinar sin tener que ser encauzados - una especie de inmunidad como la que gozan los congresistas – Si esto fuera así podríamos señalar con nombre propio a algunos que gobiernan “tras bambalinas” en algunos distritos y provincias.
Estos personajillos, con mucha habilidad, se preocuparon en adquirir ciencia (pero con falta de conciencia), en ciertos contextos de la administración municipal, como por ejemplo las adquisiciones, asesorías externas en contabilidad y derecho, manejo de los sistemas informáticos de carácter nacional, ingenieros y arquitectos que subastan las obras, etc. Todo con la única finalidad de incrementar su patrimonio a costa de los dineros que le pertenecen al pueblo.
Estoy seguro que más de un lector sabe a quienes me estoy refiriendo. Conocemos quienes son los que manejan los hilos en algunas municipalidades; para tener este poder impresionan a las autoridades con algunos “hábiles manejos” y luego, cuando los han hecho cometer el pecado, simplemente los manejan a su entera voluntad. Por eso es que algunos de estos funcionarios o asesores se sienten los intocables, y hasta se dan el lujo de colocar gente en puestos de trabajo y amenazar a los servidores honestos en caso levanten su voz de protesta por algunos abusos o atropellos.

Como ciudadanos estamos siendo cómplices de esta corrupción; porque sabemos del hecho pero no lo denunciamos. ¿Recuerdan que Cipriani, amigo de Fujimori, no aguantó más y en la homilía de fiestas patrias del 2,000 dijo que había que deshacerse de los poderes oscuros? La ley nos prohíbe mencionar nombres cuando no se tienen pruebas tangibles, pero no nos prohíbe señalar un hecho que sabemos existe. No hacerlo significa apoyar la inmoralidad ¡Rompamos ese pacto infame!

Estoy seguro que algunas autoridades saben que me dirijo a ellos. Tienen plena conciencia que digo la verdad, pero no prescindirán de esas personas, simplemente porque los valores se han trastocado tanto que ahora tiene más oportunidad de trabajo el que sabe “sacarle la vuelta a la ley”, el que sabe “amarrar procesos”, el que ayuda a tapar “huecos económicos”, el que “reparte bien”, y otras “virtudes”. Hoy esos son los buenos, los “tromes”, los “capazotes”. ¡Rompamos el pacto Infame!

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