Por Víctor Gómez Ruiz
Vagopoeta @hotmail.com
Es lógico que el Secretario General Provincial de una organización grande y de trayectoria como el Partido Aprista Peruano se preocupe por una autoridad que, habiendo accedido al cargo representando a su casa política, esté en problemas. Es lógico también que la máxima autoridad aprista lo visite para conocer la versión de una de las partes en conflicto; pero es propio de la viveza criolla decir que la autoridad edil, gracias a esa visita, ha recibido un total espaldarazo a su accionar.
Conocido es que las instituciones políticas tienen sus normas de comportamiento, en consecuencia el Comité Ejecutivo Provincial tiene que tener una posición corporativa y, mediante comunicado, emitir su parecer, eso no ha sucedido, por la tanto el alcalde jequetepecano hace mal en expresar que goza del respaldo político del PAP de la provincia de Pacasmayo. Lo digo porque he colaborado con Víctor Raúl Cruzado en algunas de las actividades que con mucho éxito viene realizando, constituyéndose, a mi modesto parecer, en uno de los dirigentes apristas más productivos, responsables y criteriosos de la región. Por esa consideración creo pertinente impedir, mediante nuestra expresión, que su figura sea maltratada en razón de un interés individual. No sé si mañana el comité político del partido a nivel provincial respalde al alcalde Martín Álvarez, tal vez lo haga, pero será por un acuerdo corporativo y de ninguna manera por decisión del Secretario General. Víctor Raúl ha cumplido muy bien su labor de ir a recibir información de la misma autoridad, probablemente indague en otras vertientes, luego, si lo considera necesario colocará el tema en agenda de la dirigencia que preside; pero de allí a precipitarse y decir que el CEP – PAP ya tiene un parecer es muy antojadizo.
Como persona que siempre ha estado ligado al quehacer político de la provincia considero que algunos alcaldes están pecando de soberbios y siguen estrategias obsoletas en contra de los que consideran sus enemigos: descalifican a quienes los critican, contratan por debajo de la mesa a personas con comportamientos dudosos, se olvidan rápidamente de quienes los han apoyado incondicionalmente y ni siquiera el celular les contestan- Con esta actitud pierden respaldo por que cuando ya les sea imposible mantener económicamente a los “oscuros” y estos los abandones no van a tener ningún respaldo.
Las autoridades deben ser ejemplo de conducta. Esto no significa que dejen de ser humanos y tengan yerros, por supuesto que los van a tener y para salir de ellos solo se necesita trabajar para que el pueblo crea en su sinceridad. El actual alcalde provincial Frederihs Buchelli, en su anterior gestión, a pesar de una intención vedada y malévola, alejada del solo instinto de justicia, por parte de supuestos compañeros de su partido, logró sortear un escollo grande de un error cometido con su grado académico. Cuando se denunció ese caso, sus nueve regidores, incluidos los de oposición, cerraron filas con él y jamás se culpó a la prensa ni a nadie; se aceptó el error y se allanó a la justicia, terminando su período con un consejo monolítico y hasta amical.
No considero que las expresiones del alcalde de Jequetepeque sean las más felices. Desvirtúan un accionar impecable de Víctor Raúl Cruzado y exhiben al burgomaestre como una autoridad desesperada que se enreda en sus yerros. Ubíquese alcalde, acepte errores, pida disculpas y rodéese de personas con criterio y profesionalismo.
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