El centro poblado de Chiclín, uno de los más emblemáticos del valle Chicama, se siente orgulloso de su historia. Fue un equipo de esta tierra, el “Alfonso Ugarte”, más conocido como los “Diablos Rojos de Chiclín”, el que se constituyó en el año 1967 como el primer campeón de la Copa Perú. Sin embargo, el abandono de las autoridades municipales y la falta de consideración de los ciudadanos, quienes arrojan su basura en cualquier parte, hacen que este pueblo con muchos atractivos turísticos no sea visitado por los turistas.
En efecto, cuando uno llega a Chiclín, se puede ver ingentes cantidades de basura al ingreso del pueblo al costado de la carretera Panamericana, lo cual, además de crear una pésima imagen constituye un potencial foco de infecciones para los pobladores dada la cercanía de estos montículos de basura a la institución educativa “Rafael Larco Herrera”.
El alcalde de este centro poblado, Arturo Mariño Espinoza expresó su preocupación ante esta situación, dado que con los escasos recursos que cuenta, el concejo menor que preside ha realizado el año pasado cuatro jornadas de limpieza. “Le pido al alcalde David Valderrama para que de una vez nos sentemos a coordinar para erradicar la basura. Esta es una responsabilidad de la municipalidad de Chicama. A nombre de mi pueblo le solicito el apoyo para erradicar los basurales. Como centro poblado no tenemos un presupuesto para contratar maquinaria sino creo que tuviéramos a Chiclín más limpio y ordenado”, dijo.
“Todo visitante o cualquier ciudadano que pasa por Chiclín se lleva una mala impresión por los desmontes de basura y de construcción que los vecinos arrojan a la carretera Panamericana”, precisó Mariño Espinoza al tiempo de exigir a sus conciudadanos mayor civismo y no arrojar basura en las calles.
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