Por. Alexis Cruzado Rivera
En los últimos tres meses se han realizado al interno del PAP dos procesos electorales; elecciones para renovar los cuadros dirigenciales y elecciones para elegir a los delegados que participarán en el XXIII Congreso Nacional del PAP ,en el que es principal punto de la agenda , la elección del nuevo Comité Ejecutivo Nacional del PAP.
Se tiene previsto un tercer proceso eleccionario en abril próximo, es la elección de los candidatos a los Gobiernos Regionales y Municipales
¿Qué tan significativo son estos procesos?
Hay que reconocer que en su mayoría son, más que un ejercicio democrático pleno y responsable, un evento en el que se profundizan aun más las ya viejas heridas y se resquebraja aun más la ya casi no existente unidad partidaria.
Los primeros procesos ya realizados, a mi parecer, tienen única relación y efecto al interno del partido. Se tratan de su desenvolvimiento institucional, y de cual activar dependerá que el partido recupere ante los ojos de la comunidad la confianza perdida y evidenciada a la luz de los últimos procesos electorales.
¿Qué diferencia, a mi parecer profunda, existe entre estos dos procesos ya desarrollados y el por desarrollarse en abril próximo?
La diferencia entre ambos es enorme.
Hay que estar cegado y carente de entendimiento para no darse cuenta.
Una cosa es desarrollar un proceso electoral para elegir dirigentes y delegados y otro muy pero muy distinto elegir quienes representarán al PAP ante un proceso electoral municipal y regional.
Uno se trata de elegir quienes dirigirán los destinos del partido y de los apristas, el otro se trata de elegir a quienes garanticen el triunfo del partido y consecuentemente dirigir los destinos del pueblo en general de apristas y no apristas .
Uno se trata de un proceso en el que participan menos de 1000 militantes en nuestra provincia y la lista ganadora obtendra no más de 300 votos.
El otro se trata de un proceso en el cual se elegirán candidatos del partido para participar ante un proceso de cerca de 66 000 electores, capaces de garantizar el triunfo del partido con no menos de 20 000 votos en octubre del 2 010.
Con estas precisiones
¿Será realmente representativo el proceso interno que se realiza?
¿Serán 300 votos de apristas por otro aprista, una muestra real del sentimiento popular de la provincia entera?
¡Cuidado!
Peor aun es la situación de otros partidos y movimientos políticos mucho menos organizados que el APRA.
Me atrevo con respeto sugerir a los ya voceados pre-candidatos.
Hay que constituir listas preparadas para afrontar y ganar, más que un proceso interno, un proceso hacia afuera, donde el partido competirá contra la desconfianza, contra fuertes poderes económicos y además con el hasta enfermizo antiaprismo que siempre existe.
Ante todo esto solo queda un camino, la unida.
Aun no entendemos que hay que deponer los intereses personales y hacer prevalecer los del partido, forjemos la unidad, con lucidez, con apertura, con afecto., con sinceridad, con fraternidad.
No me cansare de repetir como santa letanía hasta cuando mi voz se apague:
LA UNIDAD ES POSIBLE….forjémosla y dejemos atrás el pasado.
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