lunes, 22 de febrero de 2010

TRABAJÓ EN LA EVANGELIZACIÓN DEL PERÚ Y AMÉRICA



Familia franciscana empezó el año jubilar por cuarto centenario de San Francisco Solano

Lima.- El Año Jubilar por el Cuarto Centenario de San Francisco Solano (1576-1610), predicador incansable que durante el siglo XVI tuvo una labor destacada en la evangelización del Perú y América, fue inaugurado oficialmente por la familia franciscana en la Basílica de San Francisco de Jesús el pasado domingo 14 de febrero.
En las ciudades donde nació y murió el religioso andaluz, Montilla (España) y Lima (Perú) respectivamente, hay un ambiente de regocijo para recordar y homenajear a este franciscano que ha sido llamado el “fraile santo” y “el taumaturgo de América”. Como dato anecdótico, el Inca Garcilaso de la Vega, está sepultado en Montilla y el año pasado se conmemoraron cuatro siglos de la publicación de sus “Comentarios Reales”.
La biografía de San Francisco Solano está llena de episodios intensos. Al culminar sus estudios escolásticos en España, recorrió inicialmente las ciudades españolas de Córdoba, Sevilla y Granada, para después embarcarse a América. Arribó inicialmente a Cartagena, Portobelo y Panamá, y luego se estableció en la capital del Virreinato del Perú.
Desde Lima se le ordena trasladarse al norte de Argentina: Tucumán, Córdoba, La Rioja, y después hacia Paraguay y Uruguay, sorteando peligros y adversidades en los caminos. Los indios lo querían y lo adoraban como a su rey, diciéndole “Tupá”. En el Perú trabajó en Lima, Trujillo y Cusco, donde existe un testimonio pictórico de su presencia.
Para una mayor eficiencia de su labor predicadora San Francisco Solano se empeñó en el estudió de las lenguas nativas, especialmente el quechua y el guaraní, que llegó a dominar a la perfección. Era músico, poeta y trovador, pues en sus andares solamente llevaba consigo sus libros y un violín, en realidad un rudimentario instrumento de dos cuerdas que tañía con un palito. Levantaba iglesias, organizaba municipios, bautizaba e instruía en la doctrina de Cristo, recorriendo cárceles y hospitales. Son incontables los milagros que se le atribuyen.
San Francisco Solano, cuya fiesta se celebra el 24 de julio de cada año, es vice patrono de América, patrono del folclore argentino y de la Arquidiócesis de Córdoba, además patrono de los toreros. Debido a su labor en tierras peruanas, la orden franciscana creó en su memoria una provincia denominada Provincia Misionera de San Francisco Solano del Perú.
El día de su muerte, 14 de julio de 1610, comenzaron las investigaciones sobre su vida y obra, que habrían de llevar a su posterior beatificación por el papa Clemente X en 1675 y su canonización por el papa Benedicto XIII en 1726. Sus restos descansan en la Basílica de San Francisco de Jesús en Lima.
El superior actual y rector de la Basílica de San Francisco de Jesús (Lima), padre Anselmo Díaz ha preparado un nutrido programa para estos meses.

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