* ¿Se enjuiciará en el futuro a quienes tiraron al mar el dinero del Estado?
Carlos A. Bocanegra García
Docente UNT
No hay duda, asistimos en carne propia a observar lo que se puede denominar una tragedia con el caso de la erosión costera de las playas de Trujillo.
Primero se montó todo un circo con el tema de la erosión que implicó la venida del entonces Presidente de la República Alan García Pérez, quien a su estilo prometió solucionarlo en menos que cante un gallo.
Luego, ya casi para terminar el mandato del Gobierno anterior, se destinó un monto de más de 90 millones de soles para tal efecto, adelantando opiniones de compra de Dragas para salvar el Puerto de Salaverry y recuperar las playas de Las Delicias, Buenos Aires y Huanchaco, sin sustento técnico previo y lo que es peor sin Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
Como el dinero debería ser utilizado, empezó la pelea, unos querían Dragas, otros Geotubos, y no faltaron quienes se adelantaron y contrataron un extranjero para “sembrar arena” en Huanchaco. En fin todo un teatro dantesco, sin ton ni son, mientras que la población cual espectador horrorizado sigue huyendo de la braveza del mar que no espera que los “políticos” se decidan a invertir el dinero de todos los peruanos en forma adecuada, oportuna y transparente.
Como quiera que el tiempo avanza inexorablemente, hasta en dos oportunidades se solicitó ampliación de la declaración de emergencia del litoral trujillano, pues la ineficiencia e ineficacia de los gobernantes de turno regionales y locales solo se dedicaron a sendas polémicas mediáticas, llegando a politizar una obra que requiere de técnicos, de profesionales que eviten la siempre postergación del desarrollo de Trujillo.
Cual desfile primaveral, uno a uno los funcionarios, hacían sus maromas, como si el problema de la erosión fuese un bastón guaripolero. Por ejemplo, el Gobierno Regional de La Libertad, comenzó a arenar la playa de Huanchaco, disque con la finalidad de frenar la erosión costera. Incluso llegaron a asegurar que esta obra necesitará 350 mil m3 de arena, la misma que será repartida en un tramo de 1,2 km. Ya lo dijimos con mucha anticipación: NO HABRÁ SOLUCIÓN ALGUNA SINO SE ELIMINAN LAS CAUSAS que generan la erosión, no es posible que no quieran entender que la arena sembrada terminará devorada por el mar tal como ocurrió en la playa de Barranco (Lima). En verdad que es toda una tragedia, recordemos que ya en Huanchaco un señor prometió recuperar cerca de 40 metros de playa y que pasó, no recuperó nada y se fue con su cuento a otra parte ¿cuánto se invirtió? Solo el alcalde lo sabe.
¿Y quién defiende la biodiversidad del litoral de Huanchaco? ¿Es que no se dan cuenta que están colocando arena en zonas de alta productividad biológica pesquera como es el caso de la zona conocida como “El Erizo” (lado izquierdo del muelle, frente al Imarpe)?, ¿Es que pretenden dejar no solo sin playas sino también sin recursos marinos?, justo ahora que se encuentran en etapa de reproducción y desarrollo sobre todo la base de la cadena alimentaria marina como son las algas conocidas como el “mococho” o “yuyo” donde se reclutan los caracoles, huevos de peces, entre otros.
El problema es que ya se invirtió cerca de varios millones de soles en lo que han denominado enrocado como “solución de emergencia” y para variar sin EIA, sin supervisión técnica, que como resultado ya cantado las piedras o rocas están siendo devoradas por el mar, es decir dinero tirado al agua. Cuando el mar termine de devorar las piedras y sea un recuerdo, como ya lo ha sido la colocación de una “Pared” con acumulación de desmontes y basura como “barreras de protección” (increíble, verdad?), esperamos que la justicia reabra el caso porque no hay derecho de tirar al agua el dinero del Estado. Se tendrá que aclarar todas estas acciones “improvisadas”, anti técnicas, más de uno tendrá que responder cómo fue posible permitir tamaño atentado ambiental, económico y social.
RECOMENDACIONES
Es tiempo de que se decida reubicar toda la población que tiene viviendas frente al litoral erosionado como primera medida, segundo decidir o se invierte en el Puerto de Salaverry (lo cual implica adquirir draga), o se recupera las playas, lo que implica desmontar todas las estructuras (molones, espigones) que dejen el libre paso de los sedimentos. Ojo: las dos alternativas juntas no son viables económicamente.
Considero que si se opta por lo primero (Salaverry), entonces para el caso de las playas erosionadas, debe diseñarse un gran malecón (enrocado definitivo) como el que existe en Viña del Mar, en Guayaquil, en Mar del Plata, donde se le dé un valor agregado a la zona litoral, potenciando el turismo, esta gran obra es posible de realizar si dejan de pelarse o culparse unos a otros. Es hora de bajar el telón.
* Docente universitario
boquini6@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario