La Universidad Nacional de Trujillo está promoviendo charlas sobre prevención en desastres naturales con la finalidad de conformar las brigadas de Defensa Civil que serán integradas por los alumnos de los primeros ciclos y renovar de esta manera las brigadas ante el egreso de los alumnos de los últimos ciclos.
Las charlas están siendo dictadas por el mismo director Instituto de Investigación en Desastres y Medio Ambiente (Ildma), Ing. Segundo Seijas Velásquez, quien dicta actualmente un curso de Defensa Civil en la Escuela de Ciencias de la Comunicación.
“A través del curso se ha logrado la presencia de bomberos, psicólogos, psiquiatras y especialistas en primeros auxilios que con sus charlas y testimonios han logrado estimular el deseo de los estudiantes de trabajar en prevención de desastres”, declaró Seijas Velásquez.
Con las charlas se está motivando a los estudiantes para que se inscriban en cada facultad. En un corto futuro, probablemente a fin de año, se podría realizar el primer gran simulacro de sismo en el campus de la UNT.
“Saludamos la iniciativa de algunas facultades que han pedido la colaboración del Instituto de Investigación en Desastres para trabajar la señalización de zonas seguras y asesorarles en la elaboración de un plan de contingencia”, anotó.
INVESTIGACIONES
El instituto Ildma que dirige el Ing. Seijas Velásquez fue el responsable, en convenio con el Indeci, de la elaboración del Mapa de Peligros de Trujillo, el mismo que fue entregado a la Municipalidad Provincial de Trujillo.
Desde el Ildema se viene trabajando actualmente en la investigación de resistencia de zapatas y muros que respondan a la capacidad portante de cada suelo, pues en Trujillo sucede existen diferentes tipos de suelos. También se realiza experimentos para utilizar una edificación con amortiguamiento, con una superficie que absorba la vibración.
A propósito del último sismo que tuvo su epicentro de Bagua Grande, pero que también se sintió en Trujillo el especialista afirmó que no es algo repetitivo decir que urge trabajar en la cultura de prevención, pues las casonas ubicadas en los jirones Bolívar y San Martín, se pueden venir abajo con cualquier sismo de regular magnitud.
¿Qué recomendaciones haría a las autoridades? “Que hagan cumplir las leyes y las normas sobre edificaciones, por ejemplo, no se debe permitir la construcción de viviendas en zonas de alto riesgo, como son los cauces de los ríos”, señaló.
Sobre el silencio sísmico que vive Trujillo desde la época del terremoto de 1970 (7,8 en la Escala de Richter), el Ing. Seijas Velásquez subrayó que hace 40 años que no ocurre una disipación grande energía, por lo que cuando choquen nuevamente las placas de Nazca y la Sudamericana puede ocurrir algo catastrófico.
Trujillo, miércoles 19 de mayo de 2010
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