El país produce 20 veces más de lo que consume
El 90 por ciento de los cigarrillos se destina al mercado negro latinoamericano e internacional
WASHINGTON, D.C., 29 de Junio de 2009 — Paraguay es uno de los mayores productores mundiales de cigarrillos de contrabando y sus marcas inundan los mercados negros de América Latina, especialmente Brasil y Argentina, de acuerdo con un estudio publicado hoy por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), un proyecto del Centro para la Integridad Pública en Washington, D.C.
Mientras delegados de cerca de 160 países se reúnen esta semana en Ginebra para negociar un protocolo que ponga freno al contrabando de cigarrillos, la investigación de ICIJ revela también que grupos terroristas en todo el mundo utilizan este comercio ilícito para financiar sus actividades. Al menos media docena de grupos terroristas, incluidos Al Qaeda, Talibán, el Ejército Republicano Irlandés Real (IRA Real) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), trafican cigarrillos.
Además de fortalecer al crimen organizado y al terrorismo, el contrabando de cigarrillos roba a los gobiernos millones en dinero de impuestos y multiplica la adicción al tabaco, de acuerdo con el estudio de ICIJ. “El comercio ilícito de cigarrillos genera miles de millones de dólares en ganancias, casi tanto como el tráfico de drogas”, dice Bill Buzenberg, director del Centro para la Integridad Pública. “La proliferación de fábricas ilegales, la complicidad de empresas tabacaleras multinacionales y los ineficientes sistemas de control en el mundo entero facilitan el crecimiento del negocio”.
Se estima que el contrabando constituye un 12 por ciento de todas las ventas mundiales de cigarrillos, es decir unos 657 mil millones de cigarrillos anuales. El mercado negro del cigarrillo le hace perder a los gobiernos entre 40 mil y 50 mil millones anuales en dinero de impuestos.
China ocupa el primer puesto a nivel mundial en la producción de cigarrillos de contrabando, particularmente a través de la falsificación masiva de conocidas marcas internacionales, de acuerdo con el estudio. En Paraguay, más del 90 por ciento de los cerca de 70 billones de cigarrillos que se fabrican anualmente desaparece en el mercado negro latinoamericano e internacional.
Los artículos que hoy se presentan son parte de la serie Tobacco Underground, una investigación periodística realizada en más de 12 países del mundo que incluye mapas interactivos, videos, entrevistas con expertos y documentos.
Estos son los hallazgos más importantes:
Paraguay produce más de 20 veces lo que consume el mercado local y aporta el 10 por ciento de todos los cigarrillos que se trafican en el mundo, según los expertos. Brasil es el principal destino del contrabando de Paraguay: 20 a 30 mil millones de cigarrillos anuales son traficados por grupos de crimen organizado a través de la frontera. Las marcas paraguayas también se contrabandean a Argentina, Bolivia y el Caribe, y se han confiscado en años recientes en Estados Unidos e Irlanda.
Terroristas y grupos guerrilleros utilizan cada vez más el contrabando de cigarrillos, un crimen de bajo riesgo y bajas penas, para financiar sus operaciones. Para el Talibán en Paquistán, el tráfico de cigarrillos es la segunda fuente de ingresos después de la heroína.
China produce 400 mil millones de cigarrillos falsos cada año. Las copias chinas de marcas internacionales como Marlboro se venden en todas las grandes ciudades del mundo, desde Nueva York a Londres. Análisis de laboratorio muestran que los cigarrillos falsos emiten 80 por ciento más nicotina que los cigarrillos verdaderos y contienen todo tipo de impurezas, desde huevos de insecto hasta materia fecal.
En Ucrania, las cuatro compañías multinacionales de tabaco más grandes del mundo — Philip Morris International, Japan Tobacco International, Imperial Tobacco y British American Tobacco — fabrican e importan cada año 30 mil millones de cigarrillos en exceso de lo que el país consume. Estos cigarrillos “extra” alimentan un mercado negro que parte de Ucrania y se extiende por toda Europa, valuado en 2 mil millones de dólares anuales.
Esta investigación está financiada por la escuela de salud pública de la Universidad Johns Hopkins. También cuenta con el apoyo de las fundaciones Carnegie, Ford, John D. y Catherine T. MacArthur, Park y Rockefeller.
El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) se fundó en 1997 como el brazo internacional del Centro para la Integridad Pública. El consorcio es una red de 100 periodistas de investigación en 50 países del mundo, que trabajan juntos en investigaciones periodísticas sobre temas que trascienden fronteras.
El Centro para la Integridad Pública (CPI por sus siglas en inglés) es una organización sin fines de lucro dedicada exclusivamente al periodismo de investigación. Desde su fundación en 1990, el Centro con base en Washington D.C. ha publicado más de 475 investigaciones periodísticas y 17 libros sobre corrupción en el gobierno y otras instituciones públicas y privadas.
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