En Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía
Poblaciones pobres son los más afectados con la sequía porque dependen directamente de la tierra para satisfacer sus necesidades.
Es esencial combatir la desertificación, pues afecta directamente a los más pobres del mundo, a la población que depende directamente de la tierra para satisfacer sus necesidades, enfatizó Vanessa Vereau Ladd, Jefa de la Unidad Operativa de Saneamiento Rural del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento.
En el marco de la celebración del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se realiza cada 17 de junio, según proclamó en 1994 la Asamblea General de las Naciones Unidas, Vereau Ladd resaltó la necesidad de reimpulsar esta batalla para asegurar la productividad a largo plazo de las tierras secas deshabitadas.
“Desafortunadamente, los esfuerzos por combatir este problema cada vez más creciente (la desertificación) han fracasado con frecuencia y como resultado, la degradación de la tierra sigue empeorando”, manifestó.
La funcionaria dijo que se debe considerar que la lucha contra la desertificación es parte de un objetivo mucho mayor: el desarrollo sostenible.
Entre los factores generadores de la desertificación se tiene la erosión hídrica y eólica de suelos, la actividad agrícola sin prácticas de conservación de suelos, así como la actividad ganadera y sobre pastoreo.
Vanessa Vereau, quien también es Coordinadora General del Programa Nacional de Agua y Saneamiento Rural (PRONASAR), calificó además como un peligro para la tierra, la pérdida de la cobertura vegetal, la deforestación, el chaqueo, la quema y tala de bosques.
A estas actividades se agregan la aplicación de riego inapropiado, la creación de los asentamientos humanos, las actividades mineras, industriales y urbanas; así como la extracción de materiales superficiales áridos, arcilla, entre otros.
lunes, 21 de junio de 2010
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