viernes, 20 de mayo de 2011

BODAS DE ORO GONZALINAS

Opinión
Por Víctor Gómez Ruiz
vagopoeta@hotmail.com

Han pasado cinco décadas desde que la escuela 2353 empezara a funcionar bajo la dirección del amauta don Renato Lescano Castillo; y al referirnos a este ínclito maestro debemos de resaltar su entrega, dedicación y compromiso con la noble profesión de formar hombres desde su etapa de niños. Son las características sobresalientes de don Renato las que permitieron que una persona llena de amor al prójimo, desprendida y solidaria como don Gonzalo Ugás Salcedo comprendiera su mensaje de verdadero maestro e hiciera el más bello gesto de filantropía impulsando la construcción de un colegio en la entonces zona más alejada de Pacasmayo, con la seguridad que los beneficiarios del servicio educativo serían niños y adolescentes de los sectores más populosos de la ciudad. Cincuenta años de combate denodado contra el analfabetismo y la incultura convierten la ilusión de estos dos personajes en una roja flor de afirmación que embellece el camino del progreso y el desarrollo.

Cuando hemos esbozado el programa de Bodas de Oro nos trazamos la meta de nutrirlo con actividades que representaran la identificación Gonzalina con nuestros dos principales personajes de la historia institucional; por esa razón nos ha llenado de orgullo que los actos culturales tengan el éxito esperado, (aunque siempre brillan por su ausencia quienes todavía no entienden que la educación es el pilar más importante del desarrollo humano).
Como la consecución de grandes proyectos amerita solidaridad y unión; con reconocimiento y justicia agradecemos a Cementos Pacasmayo y las Municipalidades Provincial y Distrital por las generosas donaciones que nos otorgaron atendiendo nuestras solicitudes, las cuales hiciéramos llegar con desesperación y angustia, porque éramos conscientes que sin esos importantes aportes todo esfuerzo nuestro hubiera sido estéril. Doblemente agradecidos con las personas naturales y ex alumnos que, dentro de su modestia, alzaron sus manos y corazones para aliviarnos preocupaciones.

Al sonar las campanas de aniversario por estas cinco décadas, quienes trabajamos al servicio de un sector tan sentido, a la vez que importante, como el de educación, debemos renovar nuestro espíritu para comprometernos con el trabajo. No basta mencionar con orgullo, y solo para adornar un discurso, a don Renato Lescano Castillo, hay que recordar su historial de maestro y fijarnos como meta llegar a sentir ese desprendimiento propio de las personas que se complican tanto con la tarea de maestro que el universo de sus acciones lo conllevan a encontrar en el desarrollo de su carrera el verdadero sentido de su vida. A don Renato no se le concedió las palmas magisteriales por ser un gran pensador, escritor o investigador; se las otorgaron en razón de que las autoridades de entonces vieron a él a un verdadero maestro lleno de humildad y también de grandeza, era un visionario con ribetes de sabiduría. El primero que vio esas características conmovedoras fue don Gonzalo Ugás Salcedo y ambos escribieron una de las páginas más bellas de la historia pacasmayina.

¡Vivan la Bodas de Oro de la I.E. “Gonzalo Ugás Salcedo” Nº 80407

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