lunes, 2 de mayo de 2011

OPINION Abog. Walter Tongombol Zapata

NO NUCLEAR EN LATINOAMÉRICA
http://twitter.com/WalTer_tz
Para un jueves como cualquier día nada hacía presagiar que mientras se realizaba el cambio de guardia en el Palacio de La Moneda, una palabra puesta en un lienzo de 18 x 18 metros llamara la atención de propios y extraños, más cuando por ese mismo hecho, siete jóvenes fueron detenidos y llevados a una Comisaría del centro de Santiago de Chile acusados de haber causado desorden.
No cabe duda que en la actualidad la sola pronunciación de la palabra nuclear cause pánico entre quienes la escuchen, más aún si ésta aparece multiplicada en su tamaño en un lienzo en lo alto de un edificio y ad portas de que el gobierno celebrase un convenio para materializar su significado a pesar del espejo de sufrimiento y emergencia que aún hoy padece el pueblo japonés que tiene lo nuclear multiplicado por cincuenticinco. Decir en voz alta No Nuclear en Chile, ha sido considerado por las autoridades de ese país como un acto de desorden.
No fue casualidad. En los días previos el Biministro de Energía y Minería, Lawrence Golborne y el Canciller Alfredo Moreno habían anunciado –coincidiendo cuarentiocho horas antes de la visita a Chile del Presidente Barack Obama- la suscripción con Estados Unidos de un Memorándum de Entendimiento para generar conocimiento, investigación y capacitación en materia nuclear, dejando opción a la construcción de una central atómica.
Esta decisión del gobierno chileno se da en un contexto en que frente a la muy grave situación de los reactores atómicos de Fukushima luego del terremoto-tsunami del once de marzo, todos los países que albergan plantas nucleares, conscientes del riesgo potencial y responsabilidad frente a su población, hayan decidido revisar exhaustivamente sus procedimientos de seguridad, evaluar la construcción de algunas nuevas y, como en el caso de Alemania, suspender además por tres meses al menos, siete de las diecisiete centrales atómicas que tiene en funcionamiento.
Ciertamente, este pacto nuclear no es el único en lo que va del año. El mes pasado, Paris y Santiago suscribieron un acuerdo de cooperación nuclear que el propio presidente Sebastian Piñera había estado tratando desde su visita a Francia en octubre del 2010. Algunos de los acuerdos arribados con Paris establecen la voluntad de gestar condiciones de exportación de uranio chileno a la industria francesa -lo que involucraría a empresas mineras- y además, la elaboración de un Plan para la Implementación de Energía Nuclear en Chile que estará a cargo de GDF Suez y Quiñenco, este último un holding chileno del grupo Luksic, que en opinión del Analista Nibaldo Mosciatti, no se sabe si está a favor de la energía nuclear por convicción o porque forma parte de los grupos de presión en Chile.
Sin embargo, en el contexto latinoamericano Chile no es el único país que estaría apostando por la energía nuclear. Desde 1974 funciona en Argentina la Central Nuclear Atucha I, la que junto a Embalse aportan el ocho por ciento de la energía distribuida en el país. En la actualidad, se encuentra en construcción Atucha II y en diciembre del 2010 se ha confirmado la construcción de Atucha III. Así mismo, se han reabierto los laboratorios de enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu y se construirá un reactor como parte del proyecto de construcción del submarino nuclear. Argentina es exportadora además de reactores a países con acceso a tecnología mucho más desarrollada.
En el caso de Brasil, la apuesta es más bien por una política nuclear de prestigio y de proyección de poder que tiene como objetivo acceder a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Cuenta con dos centrales nucleares activas, Angra I y II y a partir del 2010 viene construyendo Angra III, no obstante, de acuerdo a su perspectiva ha previsto la construcción de cuatro centrales más hasta el 2030 además de seis submarinos de propulsión nuclear en el marco del acuerdo franco-brasileño del 2009.
A estos dos se suma México con lo cual son tres los países latinoamericanos que disponen de centrales atómicas, éste último cuenta con la Central Nuclear Laguna Verde ubicada en la costa del Golfo de México – Veracruz, que alberga a dos reactores generadores de electricidad. Sin embargo, algunos otros países del continente también se encuentran gestionando la construcción de similares, tales como Venezuela y Ecuador con Rusia. En el primer caso, el presidente venezolano ha decidido suspender haciendo referencia a los sucesos de Fukushima, algo que no ha hecho Ecuador tal vez porque los convenios que ha firmado no han entrado en vigencia aún.
A diferencia de los anteriores, es sabido también que Perú dispone actualmente de dos reactores nucleares adquiridos de Argentina, utilizados para fines de investigación científica con aplicación a la medicina, alimentación y minería, ubicados en Huarangal, al norte de Lima. Colombia, tiene uno, donado por Estados Unidos que solo mantiene por cuestión de costos y no utiliza; e incluso Chile, de momento dispone de dos, La Reina y Lo Aguirre.
La actividad informativa en torno al tema, que concluyó con la firma del Memorándum de Entendimiento el viernes dieciocho de Marzo en acto privado, estuvo limitada a la necesidad de diversificar la matriz energética de un país como Chile que no las tiene fácil en materia de energía. Hechos recientes como la protesta magallánica a la que por un momento pareció sumarse toda la parte austral del país chileno y que puso en claro su dependencia del gas natural en el que no hubo lugar a considerar los motivos para el recorte del subsidio dispuesto, parecían refrendar y dar por cierto a priori lo que siempre fue propaganda antes que un debate reflexivo en torno al tema nuclear.
La clase política chilena converge en el diagnóstico aunque no en el tipo de energía por la que quisieran apostar. De ahí que, cuando Ricardo Lagos sostiene que la apuesta de Chile debe ser a la energía solar y eólica liderando en energías renovables, existen voces como la del ex Senador Carlos Ominami que apoyan la iniciativa del actual gobierno de encaminarse por la generación de energía atómica. Y en esta apuesta de intereses petroleros, nucleares y de energías alternativas, en la que ninguno está descartado aunque de antemano evidenciado, el actual gobierno de Piñera ha preferido el orden a favor de la energía atómica y es de hecho que, en nombre y salvaguarda de aquél orden que la mañana del jueves pasado, siete jóvenes activistas de Greenpeace fueron arrestados y acusados de haberlo transgredido.

Guadalupe, Abril del 2011.

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