viernes, 15 de mayo de 2009

Barrick y World Vision promueven la salud y capacitación de niños y jóvenes en La Libertad



Minería responsable, Una alianza para el desarrollo:





En el 2007, la empresa minera y la ONG firmaron un convenio de colaboración para contribuir a mejorar las condiciones de salud y vida de muchas personas de escasos recursos que ahora ven una luz de esperanza.


El pequeño Pablo está descubriendo el mundo. Con apenas nueve meses, sus vivaces ojos expresan cómo aprende cosas nuevas a diario. Salta a la vista que Pablo es un niño curioso, sociable y con confianza en sí mismo. Es uno de los beneficiados con los talleres de estimulación temprana y nutrición que forman parte de los programas que, gracias al financiamiento de minera Barrick, la ONG World Vision desarrolla en Quiruvilca, provincia de Santiago de Chuco, La Libertad.


Sabina Huamán, la mamá de Pablo, se explaya con entusiasmo sobre los progresos de su hijo:
“Mi hijito es más inquieto, ha aprendido más rápido. Mi hijita mayor era más calladita, no jugaba; en cambio, Pablo no llora, tiene más confianza y juega con otros niños. Acá nos enseñan a contar cuentos y canciones, desde pequeños les hablamos y les enseñamos muchas cosas. Por eso mi bebito es más despierto y entiende mejor; en cambio, mi niña no tuvo estos talleres, fue diferente”.


Los talleres de estimulación temprana y nutrición forman parte de uno de los programas que World Vision lleva adelante en los distritos de Quiruvilca y Usquil, en el marco del convenio que Barrick y esa organización de desarrollo enfocada en la niñez firmaron en el 2007. El objetivo de esta alianza es implementar iniciativas de educación, salud y desarrollo del liderazgo en beneficio de los habitantes de localidades aledañas a la mina Lagunas Norte, operación de Barrick en la sierra liberteña.


Ubicado a 90 kilómetros al este de la ciudad de Trujillo, el distrito de Quiruvilca sufre los rigores de la pobreza: el ingreso promedio por familia bordea apenas los 130 soles mensuales; sólo el 48,62% de la población económicamente activa tiene trabajo y los servicios básicos, como agua potable y desagüe, son precarios. Lo mismo ocurre con la calidad de la educación local. Además, como sucede en muchas comunidades rurales del Perú, el desconocimiento y la falta de recursos les impiden a los padres proveer de una adecuada nutrición y educación a sus hijos, quienes quedan, así, impedidos de desarrollar sus aptitudes para superar las condiciones de pobreza de su entorno.


"Nuestra alianza con World Vision encaja con la forma en que concebimos la minería responsable en Barrick. Es una de las principales ONG del mundo en materia de trabajo social y una de nuestras prioridades es precisamente favorecer el desarrollo integral y una mejor calidad de vida
en las comunidades vecinas a nuestras operaciones y proyectos mineros. Nos satisface saber que ahora hay más niños, jóvenes y madres gestantes que ven una luz de esperanza, que enfrentan el
día a día en mejores condiciones de salud. En La Libertad, donde operamos la mina Lagunas Norte, llevamos adelante varios proyectos sociales, así que incorporamos esta alianza con mucho
entusiasmo desde 2007”, dice Carlos Cabanillas, gerente de asuntos corporativos de Barrick Perú.



“Creando agentes de cambio”

“El Proyecto de Desarrollo Integral de Quiruvilca que financia Barrick comprende diez barrios y cuatro caseríos de la zona. La meta es contribuir al desarrollo de potencialidades cognoscitivas y socioemocionales de niños y jóvenes para que sean agentes de cambio”, afirma Rolando Rodríguez, miembro de World Vision y facilitador de los programas que forman parte del convenio con Barrick.


Los programas trabajan con población desde los cero hasta los 25 años. Según el grupo etário, los programas son los siguientes: Estimulación Temprana y Nutrición, Escuela Saludable y Desarrollo de Capacidades: “Creemos que poco a poco vamos logrando los objetivos. Parte de la labor ha sido sensibilizar a la población. Ya vamos viendo los cambios. Ahora, la gente nos pregunta por las actividades, hay más participación y mayor confianza. Vemos que se está impactando, la gente viene con ideas, tienen un proyecto de vida y eso es satisfactorio”, agrega Rolando Rodríguez.



Karin Moncada Muñoz, facilitadora del área de desarrollo de capacidades, explica que el programa esta dirigido a jóvenes entre 12 y 25 años, mismo que se divide en tres áreas: proyectos de vida, liderazgo y capacidades técnico productivas. Con respecto a los proyectos de vida, agrega, 516 jóvenes ya han completado el curso, cuyo propósito es incrementar sus habilidades para identificar metas positivas y las actividades necesarias para lograrlas.


En el caso de las capacidades técnicas productivas, el objetivo es generar oficios. Para eso se han organizado talleres de ideas de negocio con alumnos de 3°, 4° y 5° de secundaria en los que ya han participado 150 estudiantes: “Se dictaron clases de peluquería, industria del vestido, bisutería, confecciones y diseño gráfico. Producto de esto se han creado dos unidades productivas: uno de bisutería, “My Fantasy”, y otro de peluquería, “Estética Unisex Estilos”, dice Karin Moncada.



Evelyn, Kevin y Gino son tres entusiastas adolescentes que forman parte de la junta directiva de
“My Fantasy”. Evelyn quiere ser médico; Kevin, ingeniero de minas; y Gino, un experto en maquinaria pesada. Todos ven este programa como una valiosa oportunidad de desarrollo. “Cuando termine el colegio quiero estudiar una carrera profesional, pero si no puedo lograr ese sueño, este oficio será de mucha utilidad”, comenta Evelyn, quien apenas cuenta con 14 años. “Queremos animar a los jóvenes a que participen y aprovechen esta oportunidad; con estos programas, recién ahora se está apoyando a los jóvenes”, dice, a su vez, Gino. Los tres socios de “My Fantasy” muestran entusiasmados las pulseras, llaveros y collares que ellos fabrican. Sin proponérselo, gracias a su empuje y creatividad, se han convertido en un ejemplo de superación en su comunidad.



Hasta febrero del 2009, 111 jóvenes habían recibido capacitación técnica a través del programa
Educación para Trabajar, de los que 66 habían participado en los talleres para ideas de negocios.
“Gateadores”, “Caminantes”, “Exploradores” y “Preguntones”…


En el marco del convenio entre Barrick y World Vision, uno de los programas más exitosos es el de Estimulación Temprana y Nutrición. Hay cuatro centros en funcionamiento, tres de ellos en Quiruvilca y uno en el caserío Coyuchugo (Coina). Esta iniciativa, que favorece el desarrollo psicomotor, cognoscitivo y social de los beneficiados, es una experiencia nueva y única en la sierra liberteña. “Primero sensibilizamos a la población en la importancia de la estimulación temprana y nutrición; después, hacemos convenios con las autoridades para conseguir el local y, seguidamente, implementamos el programa”, explica Ingrid Santos Moro, la responsable de esta valiosa iniciativa.



La estimulación temprana también involucra a líderes, voluntarios y autoridades para garantizar su sostenibilidad, así como la capacitación a madres-guías que actúan como voluntarias, la participación de las familias con niños menores de 3 años, la elaboración de módulos y la entrega de materiales. Cada centro atiende a alrededor de 50 niños entre 0 y 3 años. Los talleres se han dividido de acuerdo a la edad: “Hola Mundo”, para bebes de 0 a 6 meses; “Gateadores”, de 6 a 12 meses; “Caminantes”, de 12 a 18 meses; “Exploradores”, 18 a 24 meses; y los “Preguntones”, para niños de dos a tres años. Hace poco se implementó la estimulación prenatal para madres gestantes.


El objetivo del programa de estimulación temprana este año es atender a 600 familias. “Vamos a
iniciar talleres para capacitar a las familias, porque la idea no es que este aprendizaje se quede en el centro, sino que vaya a la casa del niño y pueda ser replicado por los padres”, agrega Ingrid Santos.


Un informe reciente del Banco Mundial revela que el 40% de los niños menores de cinco años de las zonas rurales del Perú está desnutrido, de allí la importancia de capacitar a los padres en nutrición. Gracias al convenio entre Barrick y World Vision, por ejemplo, a la fecha se ha capacitado a 320 madres de la zona en la importancia de la lactancia para la alimentación de sus hijos.


Los cambios se van haciendo visibles. A través de esta iniciativa, Barrick reafirma su concepción de minería responsable y su rol activo en el desarrollo de las comunidades vecinas a sus operaciones y proyectos en el Perú y en todos los países en los que está presente.




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