En la provincia de Ascope se han registrado 183 casos de violencia familiar en el periodo enero – julio del presente año, lo cual constituye un amento con respecto a similar lapso de tiempo del año pasado 2010 cuando se presentaron 129 casos, llegando a culminar el año con 235 denuncias, según informó Laura Velásquez Ticlahuanca, coordinadora del Centro de Emergencia Mujer (CEM) de la provincia de Ascope.
La más alta incidencia se produce en mujeres y niños, ya sea maltrato físico, psicológico o abuso sexual. Los padres en una forma equivocada de corregir a sus hijos usan la violencia. También se presentan los casos de abuso sexual que en el mayor número de incidencias es cometido por personas del entorno familiar. “A nivel nacional casi el 98% de los agresores sexuales son personas del entorno de la víctima, ya sea padrastros, padres, tíos primos o familiares que se encuentran en la casa de la víctima, esta tendencia se presenta también en el valle Chicama”, precisó Velásquez Ticlahuanca.
“Es bajísimo el porcentaje de agresores sexuales que son desconocidos por la víctima. Entre los factores para este fenómeno se cuentan el hacinamiento en que viven los integrantes de la familia y el desconocimiento de los padres y madres de prevenir el abuso familiar, sobre todo cuando ambos laboran y por ese motivo deben estar fuera de su hogar”, señaló la especialista.
“Estamos trabajando en charlas y talleres con alumnos de educación secundaria para que puedan reconocer los factores de riesgo y darse cuenta de si están siendo víctimas de violencia, incluso desde la etapa del enamoramiento. Además brindamos el acceso a las redes sociales con las que cuenta el Ministerio de la Mujer para prevenir el que los menores sean contactados por pedófilos a través del Internet” acotó.
Juan Manuel Salinas Guerra
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