Altos niveles de dióxido de carbono en los océanos debido a la actividad humana están trastornando el sistema nervioso central de peces bebé, que no pueden oler, oir ni moverse normalmente
Peces payaso
EFE/Simon Foale
El aumento en los niveles de CO2 o dióxido de carbono en el mar está dañando el sistema nervioso central de los peces, poniendo en peligro su supervivencia, según científicos en Australia.
El CO2 está afectando la habilidad de los peces para oler, oír, moverse y escapar a los depredadores, de acuerdo al estudio publicado en la revista Nature Climate Change.
Se estima que un tercio de las emisiones de dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero responsable del cambio climático, ha sido absorbido por los océanos.
Cerca de 2.300 millones de toneladas de CO2 producto de vehículos, aviones, fábricas y otras fuentes relacionadas con la acción humana se disuelven en los mares cada año causando cambios químicos en el ecosistema marino, advirtió uno de los autores del estudio, Phillip Munday, profesor de la Universidad James Cooke e integrante del Centro de Excelencia en Estudios sobre Arrecifes de Coral del Consejo de Investigaciones australiano.
Bebés afectados
Los altos niveles de dióxido de carbono en los mares tienen otros efectos dañinos conocidos, como la acidificación de los océanos, que impide a los crustáceos y otros organismos marinos formar esqueletos normales.
Pero no se sabía con certeza qué impacto está teniendo el CO2 en los peces. Munday y sus colegas comenzaron estudiando el comportamiento de depredadores y de bebés de peces de arrecife como el pez payaso y la doncella amarilla en medios acuáticos con concentraciones elevadas de dióxido de carbono.
Los científicos encontraron que si bien el efecto era perceptible en los depredadores, las consecuencias del CO2 eran notables en el caso de los bebés.
“El sentido del olfato de los peces bebé estaba dañado y tenían dificultades para hallar un arrecife donde protegerse o para detectar la presencia de depredadores”, explicó Munday.
Los investigadores determinaron luego que también había sido afectado el sentido del oído, vital para evitar los arrecifes durante el día.
“Vimos que los peces estaban confundidos y llegaban hasta los arrecifes no sólo de noche sino durante el día, cuando son presa fácil”.
Amenaza
Los bebés también perdieron el instinto de darse vuelta cambiando rápidamente de dirección hacia la izquierda o la derecha, un comportamiento clave para los bancos de peces.
“Todo esto nos hizo pensar que no se trataba simplemente de daños a uno o dos sentidos. Los niveles elevados de CO2 están afectando todo el sistema nervioso central”, advirtió Munday.
“Hemos establecido que no es simplemente la acidificación de los océanos lo que causa perturbaciones, como en el caso de los organismos con esqueletos calcáreos, sino que es el CO2 disuelto lo que daña el sistema nervioso de los peces”.
El dióxido de carbono está afectando receptores clave en el cerebro de los peces, de acuerdo a los investigadores “Nuestras pruebas indican que los altos niveles de CO2 interfieren con la función de neurotransmisores, una amenaza a las poblaciones y ecosistemas marinos que no había sido reconocida hasta ahora”, señaló.
“Predecimos que el aumento en las emisiones de dióxido de carbono podría dañar los sentidos y el comportamiento de una amplia gama de especies marinas en el futuro”.
http://www.el-nacional.com/noticia/18427/24/El-dioxido-de-carbono-esta-da%C3%B1ando-el-cerebro-de-los-peces.html
"Por la Unidad Sindical Clasista"
http://suteprovincialtrujillo.blogspot.com/
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