- Asegura experto de la UNT, Segundo Seijas
Trujillo.- El sismo que destruyó la ciudad de Trujillo el 14 de febrero de 1619, día de San Valentín, fue superior a los 7.5 grados. 350 personas murieron y quedaron heridas cientos de trujillanos. De ocurrir un sismo de la magnitud 8 grados (¡Dios no lo quiera!) en la escala de Richter como se está simulando para mañana toda la ciudad volvería a ser destruida.
El director del Instituto de Investigación de Desastre y Medio Ambiente (Ildma) de la UNT, Dr. Segundo Seijas Velásquez advirtió que la ciudad de Trujillo no está preparada para afrontar un sismo de 8 grados y que tal magnitud, según sus propias palabras, significaría que no quedaría “piedra sobre piedra”.
Como sabemos Trujillo se caracteriza por poseer casonas de valor histórico, sin embargo el mal estado de sus infraestructuras constituye un peligro latente para los transeúntes, además de tener calles estrechas que ante un eventual sismo ocasionaría muchas muertes.
Y es que la posibilidad de que se desate un desastre natural no está muy lejano de nuestra realidad y así no los hace saber el Ing. Seijas Velásquez, quien explicó que la ciudad trujillana ha vivido en los últimos 40 años en un silencio sísmico, esto indica que la energía se está acumulando bajo tierra y en cualquier momento puede liberarse con fuerza y ocasionar una verdadera catástrofe.
El director del IIdma estará mañana junto a los representantes del Indeci participando de este primer simulacro nocturno de sismo y tsunami que se realizará en todo el país. En Trujillo se identificarán los puntos más vulnerables.
MAPA DE RIESGOS
Por lo pronto, un grupo de especialistas de la UNT, bajo el mando del Ing. Seijas elaboraron un mapa de riesgos para la Municipalidad Provincial de Trujillo donde se señala, específicamente, los lugares de mayor peligro de la provincia.
Son zonas en riesgo para eventuales avenidas de agua Río Seco, las riberas del río Moche, la Quebrada de León, la Quebrada de San Idelfonso; y están en rojo para caso de un eventual sismo el Centro Histórico de nuestra ciudad y parte del jirón unión que se encuentra fuera del perímetro de la Av. España.
“Las construcciones de adobe no son resistentes al sismo, un ligero movimiento y se desploman, igual sucede con los techos, muchos de ellos lo pobladores lo tienen como basurero, arrinconan todo tipo de materiales y al producirse una lluvia, el agua se acumula y los debilita”, agregó Seijas Velásquez.
Seijas Velasquez, analizando el valor que tienen algunas casonas que son declaradas patrimonio de la nación, recomendó no derrumbarlas sino reforzarlas y concertar entre los representantes del INC, arquitectos y comités que conforman la comisión sistémica para planificar de qué manera se puede proteger a la población.
Trujillo, viernes 25 de febrero de 2011
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