EL día viernes 23 de octubre después de tres días de una intensa búsqueda de sus familiares a través de muchos medios de comunicación que se unieron a la cruzada, esta historia tuvo una final feliz, una de las hijas de doña Eufemia Santillán Polo apareció y pudo reunirse con su madre y regresar con ella su casa.
Fredesminda Valderrama Santillán es la hija mayor de doña Eufemia quien habría embarcado en Guadalupito en el distrito del Santa - Ancash a la abuelita Eufemia con Rumbo a Trujillo donde María Cristina Rojas Santillán otra de sus hijas lo recibiría para iniciar un tratamiento de la vista que padece doña Eufemia. Pero lamentablemente en el terminal nadie lo esperaba y Doña Eufemia tuvo que permanecer en la intemperie.
Doña Eufemia bajo del ómnibus caminó apoyándose en su bastón hasta la puerta del terminal y allí se sentó a esperar llegara su hija que supuestamente lo esperaría. La hija como sabemos nunca llego.
Gracias a una llamada de un trabajador de la Empresa América Express a Radio Programas del Perú informando lo sucedido, se comunicaron con Seguridad Ciudadana de la MPT quienes inmediatamente fueron al apoyo de la abuelita. Lo llevaron al hospital donde paso la noche, luego lo trasladaron a la base de seguridad ciudadana de la MPT donde le brindaron alimentos y un lugar para dormir, mientras se hacían los trámites para encontrar un albergue temporal y/o encontrar a sus familiares.
“La abuelita” como cariñosamente lo llamaban los agentes se gano el cariño y solidaridad de toda la base de seguridad ciudadana y de todos los medios de comunicación que iniciaron una campaña a través de sus diferentes espacios con el fin de encontrar a los familiares de la abuelita Eufemia.
Cabe lamentar sin embargo la poca solidaridad de muchas instituciones trujillanas con respecto a estos casos, ponían muchas trabas para albergar a “la abuelita”, pero felizmente existen instituciones como Seguridad Ciudadana de la MPT, Radio Programas y otros medios de comunicación que se solidarizaron con este caso.
Fredesminda Valderrama Santillán tiene 68 años, y sin saber ni leer ni escribir, al no recibir noticias de la llegada de su madre al destino previsto, viajo a la ciudad de Trujillo en busca de su madre. Ya en la ciudad recorrió los hospitales sin dar con ella. Después de dos días de búsqueda y luego de preguntar en la empresa que lo había embarcado le comunicaron que los agentes de seguridad ciudadana de la MPT lo habían encontrado. Fueron de la Empresa América Express que se comunicaron con la Base de Seguridad Ciudadana de la MPT informándole de la aparición de la hija de doña Eufemia.
Finalmente doña Eufemia y su hija regresaron a Guadalupito (El Santa – Ancash) con la esperanza de que en alguna oportunidad puedan regresar e iniciar su tratamiento de sus ojos y reencontrarse con su hija que no pudo ubicarla.
Doña Fredesminda agradeció a las personas caritativas que cuidaron de su madre. Una buena labor si lugar a duda.
jueves, 29 de octubre de 2009
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