martes, 27 de noviembre de 2012

OPINION: La Educación y las ganas de Cambiar

Humilde Palabra


La Educación y las ganas de Cambiar

Por: Víctor Gómez Ruiz

vagopoeta@hotmail.com



¿Es probable que exista un país que era tan pobre y sin recursos naturales que la potencia dominante no lo quisiera tener como colonia? ¿Será posible que este mismo país después se “arrimara” a otro y que también éste se desprendiera de él? Y ¿Sucederá que ese mismo país después de declarada su independencia en 1965, sacudiera su cabeza y dijera: “lo único que tenemos es nuestra gente y su inteligencia” ¡Eso tenemos que explotar! y hoy es la 8ª economía mundial? Sí, ese país existe, tiene 4.6 millones de habitantes y es árido y muy pequeño; se llama Singapur, ha alcanzado el primer mundo y la educación es su obsesión.

Cuando quienes gobernaban Singapur se dieron cuenta que estaban solos, y que hasta el agua la tenían que importar de Malasia (hoy gran parte de la que consumen la desalinizan); decidieron cambiar totalmente el giro de su historia y, como primer paso, implantaron el inglés como lengua oficial. Todas las demás lenguas originales serían secundarias. En la actualidad Singapur tiene un ingreso per cápita de $52,000.00, el noveno más alto en el mundo, superior al de USA que es de $47,000.00; es el mayor productor mundial de plataformas submarinas petroleras y está a la cabeza de los exportadores de sistemas de control para aeropuertos y puertos. Hace cuatro décadas un alto índice de su población era analfabeta y muchos jóvenes no terminaban la secundaria, hoy en día prácticamente todos los jóvenes ingresan en alguna institución universitaria, técnica o vocacional. A decir de los turistas pasear por las calles de Singapur capital es mirar adelantos tecnológico e informáticos que no se ven ni en las

Todo este ascenso meteórico empezó cuando el fundador del país independiente Lee Kwan Yew, había decidido, poco tiempo después de su independencia, convertir a Singapur en puerto clave y centro de comercio internacional, para esto Singapur tenía que hablar inglés, y de esta forma los niños y jóvenes aprovecharían toda la información tecnológica, e implantando un riguroso modelo educativo, donde los exámenes son muy fuertes; con un modelo educativo abierto al mundo, con flujo de estudiantes hacia las mejores universidades del orbe, dándole cabida a esas universidades para instalar sucursales y recibiendo estudiantes de todas partes. Los maestros de escuela ganan entre $2,000.00 y $3,000 dólares mensuales y reciben un bono de productividad entre $3,000.00 y $5,000.00, Para ser maestro hay que estar entre el 10% más alto de rendimiento sino difícilmente accederás a la carrera. Actualmente en el examen PISA (Programme for Internacional Student Assessment); que mide la comprensión lectora, matemática y científica de jóvenes de 15 años, Singapur esta en el 5ª lugar en el mundo. La gran pregunta es ¿Cómo se llega a este nivel sin materias primas, sin minas ni extensiones de sembrío? Educación ¡Sí educación! Atreverse, cambiar modelos, innovar, ese es el secreto. Pero eso empieza por la decisión política de cambio.

Es increíble la obsesión de este pequeño país por la educación. Al extremo que por lo menos el 50% de alumnos de la primaria salen de excursión al extranjero, y lo hacen por temas como, “vamos a estudiar a Shakespeare, entonces vamos a Inglaterra a conocer dónde nació”.

Cuando siento emoción porque las chicas menores de la selección de vóley le ganan al poderoso Brasil pienso que tenemos talento para grandes cosas. Solo hay que decidirnos a cambiar. Hay que impulsar la educación, la cultura, la investigación, nuestro futuro, y todo lo que el contiene lo exige.

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