sábado, 26 de marzo de 2011

Carlos Calderón: Palabras para un gran amigo y compañero

Opinión
Por Víctor Gómez Ruiz
vagopoeta@hotmail.com

“…hasta cuando estaremos esperando lo que no se nos debe…” Reza el verso del gran César Vallejo; esta joya poética podríamos dedicársela a Carlos Calderón Carvajal; aprista macerado, fermento moral de la generación de los ochentas del Partido y permanentemente flagelado por la cúpula partidaria. Todos quienes conocemos a Carlos sabemos que capacidad le sobra y fortaleza moral también. Alejado de los escándalos a los que nos tienen acostumbrados los políticos y posicionado sólidamente dentro del partido como leal y ferviente militante, Carlos Calderón representaba una opción llena de esperanza para los apristas de corazón. Por estas razones centenares de hombres y mujeres; jóvenes y no tan jóvenes, se habían sumado en favor de su candidatura, y lo hacían sin esperar jornales ni regalo alguno ¡Y esas son las candidaturas que ganan porque tienen la fuerza del corazón del pueblo! Por ello en este episodio negativo para al APRA los culpables no tienen ni la más remota idea de cuánto han herido el alma del pueblo. En mi caso las puertas de mi casa (y primero la de mi espíritu), se han cerrado en estas elecciones; no puedo dejar de votar por mi partido, pero hasta allí nomás llega mi nobleza, y que me perdonen algunos cordiales y amistosos compañeros candidatos por el muro que levanto, lo siento, es mi única manera de protestar.

El contraste que le encuentro al verso de Vallejo es que Carlos sí merecía un lugar en el parlamento nacional. Su opción la entendíamos como una fresca inyección de planteamientos modernos, sustentados con pragmatismo a la vez que con convicción ideológica. No dejo de sostener que para la cúpula el partido no le debe nada a Carlos; claro estos remedos de luises se dicen diariamente “el partido soy yo”, en consecuencia el resto no se merece nada. Desde este pequeño espacio les digo que la fuerza del pueblo aprista algún día terminará colocando todo en su lugar y Carlos Calderón será reconocido como la vanguardia liberteña más preclara de los ideales de Haya de la Torre.

A los apristas de toda la región La Libertad que estábamos movilizándonos silenciosa y efectivamente en pro de una opción que representaba al aprismo puro y sincero les digo que el mundo sigue girando y que habrá un amanecer marcado por la verdadera renovación.

Amigo y compañero Carlos Calderón, en nombre de quienes surgimos como una generación que cree, principistamente, en el ideario de Haya de la Torre te abrazo e invoco multiplicar tu fortaleza moral porque aún no se han callado las trompetas que anuncian la redención del pueblo aprista. Hay un objetivo que alcanzar y estoy seguro que en estos precisos momentos la amargura de la injusticia ya fue digerida y te aprestas a llamarnos para continuar con el trabajo. ¡Animo Carlos!


Carlos Calderón: Palabras para un gran amigo y compañero
Por Víctor Gómez Ruiz
vagopoeta@hotmail.com

“…hasta cuando estaremos esperando lo que no se nos debe…” Reza el verso del gran César Vallejo; esta joya poética podríamos dedicársela a Carlos Calderón Carvajal; aprista macerado, fermento moral de la generación de los ochentas del Partido y permanentemente flagelado por la cúpula partidaria. Todos quienes conocemos a Carlos sabemos que capacidad le sobra y fortaleza moral también. Alejado de los escándalos a los que nos tienen acostumbrados los políticos y posicionado sólidamente dentro del partido como leal y ferviente militante, Carlos Calderón representaba una opción llena de esperanza para los apristas de corazón. Por estas razones centenares de hombres y mujeres; jóvenes y no tan jóvenes, se habían sumado en favor de su candidatura, y lo hacían sin esperar jornales ni regalo alguno ¡Y esas son las candidaturas que ganan porque tienen la fuerza del corazón del pueblo! Por ello en este episodio negativo para al APRA los culpables no tienen ni la más remota idea de cuánto han herido el alma del pueblo. En mi caso las puertas de mi casa (y primero la de mi espíritu), se han cerrado en estas elecciones; no puedo dejar de votar por mi partido, pero hasta allí nomás llega mi nobleza, y que me perdonen algunos cordiales y amistosos compañeros candidatos por el muro que levanto, lo siento, es mi única manera de protestar.

El contraste que le encuentro al verso de Vallejo es que Carlos sí merecía un lugar en el parlamento nacional. Su opción la entendíamos como una fresca inyección de planteamientos modernos, sustentados con pragmatismo a la vez que con convicción ideológica. No dejo de sostener que para la cúpula el partido no le debe nada a Carlos; claro estos remedos de luises se dicen diariamente “el partido soy yo”, en consecuencia el resto no se merece nada. Desde este pequeño espacio les digo que la fuerza del pueblo aprista algún día terminará colocando todo en su lugar y Carlos Calderón será reconocido como la vanguardia liberteña más preclara de los ideales de Haya de la Torre.

A los apristas de toda la región La Libertad que estábamos movilizándonos silenciosa y efectivamente en pro de una opción que representaba al aprismo puro y sincero les digo que el mundo sigue girando y que habrá un amanecer marcado por la verdadera renovación.

Amigo y compañero Carlos Calderón, en nombre de quienes surgimos como una generación que cree, principistamente, en el ideario de Haya de la Torre te abrazo e invoco multiplicar tu fortaleza moral porque aún no se han callado las trompetas que anuncian la redención del pueblo aprista. Hay un objetivo que alcanzar y estoy seguro que en estos precisos momentos la amargura de la injusticia ya fue digerida y te aprestas a llamarnos para continuar con el trabajo. ¡Animo Carlos!

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