jueves, 3 de enero de 2013

LA ABREACCION EN EL VALLE JEQUETEPEQUE



POR: VICTOR RAUL CRUZADO RIVERA

ABOGADO


El año 2012 se fue y se llevó consigo todo un caudal de hechos y acontecimientos que si bien no se pueden borrar, deben servirnos para, reciclándolos, alzarnos sobre lo malo, continuar el camino y seguir en este constante estallar de días  y de noches que es la vida.

Hay algo que si me ha causado atención  y es que este misterioso 2012, nos ha grabado en la mente cuan inseguro es nuestro valle, que tan incontrolable es la violencia y  cuan poco vale la vida para algunos de nuestros congéneres.

La violencia que se ha vivido en este año no tiene parangón en esta tierra bendita, que el Jequetepeque vuelve ubérrima en su recorrido,  hemos sido mudos testigos de hechos violentos que deben llevar a las autoridades y a la colectividad a tratar de entender este fenómeno, no como el acontecimiento que revela nuestra poca capacidad de prevención y reacción ante tales hechos, que de paso es cierto,  sino que debemos entenderla como un fenómeno cuyas raíces van más allá de lo evidente.

La violencia debemos entenderla como una expresión de desesperación, de necesidad inevitable de una catarsis de un contenido perturbador interno, como una especie de abreacción (Descarga de emociones y afectos ligados a recuerdos generalmente de experiencias penosas o dolorosas infantiles que han sido reprimidas) psíquica y física. Como expresión de rechazo, la abreacción, sustituye a la reflexión, al pensamiento y a la comunicación. A esto debemos  sumarle que también es   una síntesis  de elementos inherentes a nuestra naturaleza humana que corresponde a un contexto ontogenético, metabólico, bioquímico, neuroanatómico, neurofisiológico, psicosocial y existencial, entre otros.

Así, debemos concluir aceptando que la lucha contra la violencia si bien debe tener una arista en la acción de las instituciones vinculadas al tema, así como de  la sociedad civil, esta debe de pasar primero por considerar que la violencia obedece a situaciones de resentimiento, rencor, marginación, abandono, indiferencia, estigmatización, rechazo, abuso, vejación, sentimiento de no pertenencia, temor, además de una privación afectiva, educativa y material, situaciones que solo pueden ser enfrentadas eficaz y eficientemente cuando se dé lugar prioritario a la protección de la familia y en los presupuestos públicos la educación no sea más la cenicienta del cuento, sólo así tendremos seres humanos capaces de enfrentar, exitosamente, los sentimientos de  resentimiento, rencor, marginación, abandono, indiferencia, estigmatización, rechazo, abuso, vejación, etc.  Que en la vida a veces nos asaltan.

Solo así  tendremos en el futuro la posibilidad de un amanecer sin las malas nuevas de los diarios, sin la consternación constante a la que nos vamos acostumbrando, sin ese paulatino terror y miedo que se va apoderando de este valle.

Luego de esta reflexión,  no me queda sino desearte feliz año nuevo y  que el Gran Hacedor del Universo te colme de larga vida y  de sabiduría para vivirla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario