EN PLAZA DE ARMAS.
Con
un multitudinario fervor católico, la sagrada imagen peregrina del
“Señor Cautivo de Ayabaca” revivió el episodio del Vía Crucis
Arquidiocesano en la Plaza de Armas de Trujillo, recordándonos el
doliente camino de Cristo con la cruz a cuestas hacia el Calvario.
Como es tradición el recorrido penitencial por primera vez con la sagrada y venerada imagen norteña, estuvo
presidido por el Arzobispo de Trujillo, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte
OFM. a su obispo auxiliar, Mons. Javier Travieso, el párroco del
Santuario de Ayabaca, R.P. Dolores Castillo, sacerdotes de la
Arquidiócesis de Trujillo, religiosas y autoridades de la ciudad y
región La Libertad.
La Vía dolorosa de las 14
estaciones o episodios de la Pasión de Jesús, fueron acompañados con
intensos momentos de contemplación, meditación, oración y canticos
penitenciales animados por movimientos y sacerdotes de la Arquidiócesis.
La
cuarta estación de la Vía dolorosa fue la escena más conmovedora de
este duro caminar, en donde se contempló, una vez más, al Mesías
encontrándose con su Madre, la Virgen María, sagrada imagen de la Virgen
Dolorosa de Moche.
“Hermanos
y hermanos, que nuestra mirada hacia la cruz sea sosegada y
contemplativa, recordando al crucificado que no hizo alarde de su
categoría de Dios, sino que tomó la condición de esclavo, para darle una
palabra de aliento a cualquiera que sufra abatimiento por sus pecados.
Acompañemos con mucha devoción la Pasión de nuestro Señor Jesucristo”,
invitó el Arzobispo, al inicio de la procesión.
Al
final del Vía Crucis, el prelado trujillano recordó que este “vía
crucis es hacer presente la Pasión del Señor, que nos enseña cómo el
dolor puede salvar. Cristo no solamente sufrió y murió, sino que
resucitó y por eso estamos todos aquí presentes. Él es un viviente, no
está sujeto al tiempo ni al espacio, está en medio de nosotros. Nuestra
fe vive, como ha dicho el Papa Francisco, la fe de la Iglesia es joven
en el corazón de sus fieles, no interesa la edad, condición social,
raza, nada, es la interioridad, estimados hermanos”, dijo.
Semana Santa
El
programa litúrgico de Semana Santa continuará el Miércoles Santo con
diferentes ceremonias religiosas, donde podemos encontrar, la misa
Crismal, a las 11:00 am., en la Catedral, en donde los sacerdotes
renuevan sus promesas sacerdotales y se consagra el Santo Crisma, que es
utilizado para ungir la mayor parte de los sacramentos, así como la bendición
de los Óleos para los enfermos y catecúmenos. Del mismo modo, la visita
a los siete monumentos Eucarísticos, el jueves a las 9:00 de la noche,
el Sermón de las siete palabras, el viernes a las 12 del mediodía, la
Proclamación del Pregón Pascual, el sábado a las 9:00 de la noche, y la celebración Eucarística del Domingo de Resurrección.
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