Ante las opiniones sobre la baja ejecución de inversiones del Ejecutivo, el Presidente de la Red de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú – REMURPE, Wilson Ibáñez Ibáñez, opinó: “la excusa de siempre era que los gobiernos locales y regionales tenían baja ejecución por su falta de capacidades. Sin embargo, ahora se devela que el gobierno central es quien las carece. Entonces, ¿quién capacita al capacitador?.”
“Desde las municipalidades, hemos reclamado apoyo para desarrollar capacidades de gestión. Asimismo, tratamos que nuestros proyectos tengan la calidad suficiente para que los recursos invertidos sean los más eficaces. Los alcaldes tenemos constantemente la vigilancia de nuestras poblaciones, además de la contraloría, por las obras que hacemos. Por ello, no nos sentimos parte de ese estado panzón y con soroche como lo señaló el Presidente de la República. Es el mismo gobierno central que ha demostrado falta de capacidades para poder entender nuestra realidad.”
Las capacidades reclamadas a los gobiernos subnacionales nunca se les exigía a quienes implementaban el sistema de inversiones. El Ministerio de Economía solamente se ha dedicado a hacer formularios engorrosos para que sean llenados y a dar requisitos a través de anexos sin considerar las diversas realidades urbanas y rurales.
Es así que se había excluido a quién debían generar las capacidades hacia los otros niveles de gobierno: El gobierno central, que cuenta con mayores recursos técnicos, presupuestales y humanos a diferencia de cualquier gobierno local o regional. En ese sentido, “la creación de una Escuela Superior de Administración Pública es una buena alternativa. Instamos a su pronta implementación. Esperamos que no existan intereses para mantener al Estado peruano sin capacidades y débil para cumplir con sus funciones”, afirmó el presidente de REMURPE.
Finalmente, el también alcalde de provincial de Huancabamba -Piura, señaló que si bien las inversiones son cíclicas, ello se debe a la existencia de varios factores. Se ha reconocido la presencia de procesos lentos y las enormes trabas burocráticas para hacer proyectos. Esto lo sabemos y lo vivimos diariamente las municipalidades. Pero, a la vez, existen otros problemas que no se reconocen desde Lima como es la temporada de lluvias en la sierra la cual acorta los períodos de ejecución de obras. Es así que cuando se aprueban los proyectos en el SNIP en los primeros meses del año fiscal, ya no se pueden hacer o completar en el segundo semestre, por factores climáticos, por lo que tienen que ser postergados. Ante esta situación, esperamos que en el presupuesto de la República, a presentarse en los próximos días, se disponga la prolongación de las inversiones.
Oficina de Comunicaciones
REMURPE
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